El proceso de paz entre el Gobierno y el autollamado Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC; está plagado de una serie de ‘letra menuda’ que en muchos casos confunde a la población, que lo que en definitiva espera es un alto al fuego como espacio principal de diálogo, para finalmente, y de una vez por todas, llegar a la tan anhelada paz.

Se trata de una línea delgada que han llamado ‘suspensión de operaciones ofensivas’ y ‘cese al fuego’, dos calificativos que enredan a mucha gente que creía que la paz estaba ya a la vuelta de la esquina.  

Andrey Avendaño, vocero EMC, y el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, confirmaron que lo firmado ayer domingo 8 de octubre en la plaza engalanada del municipio de Tibú, Norte de Santander, fue la “suspensión de operaciones ofensivas” que permanecerá durante ocho días.

Finalizado este periodo, es cuando se decidirá “el cese al fuego”, contados a partir del lunes festivo 16 de octubre. Dos términos que tienden a enmarañar lo que se está tratando.

Camilo González Posso, jefe de la delegación del Gobierno para esta mesa de diálogos, se refirió también a temas faltantes para poner en marcha todos los mecanismos de verificación del cese el fuego:

“Esta semana inició la suspensión de operaciones ofensivas y a partir del otro lunes la regulación de todos los pasos de este respeto a la población civil y del cese al fuego”, hizo saber.

Para llevar esto a cabo, el exministro González señaló que se cuenta con la presencia de organizaciones internacionales como la Misión de Verificación de la ONU, la OEA, el Consejo Mundial de Iglesias y la Conferencia Episcopal de Colombia.

Este mecanismo nacional se ha preparado en nueve regiones de Colombia y esta semana se espera que queden definidos los delegados del EMC para el mecanismo de verificación del componente regional y local.

En ese mismo sentido el delegado aclaró que las delegaciones no están en una fase de ubicación de este grupo irregular:

“Cuando hay un cese al fuego o de acciones ofensivas, es clave que se pueda establecer una separación de fuerzas entre estas partes para evitar choques. Es elemental tener información de dónde se está y qué movimientos van a hacer, porque en un territorio puede aparecer un tercer grupo y la Fuerza Pública activa su reacción”.

De acuerdo con las declaraciones de González, las delegaciones permanecerán en Tibú durante toda la semana para seguir conversando con las comunidades y para tenerlo todo listo para el próximo 16 de octubre.

También confirmó que el cese al fuego se extenderá por tres meses hasta final de año. Por último, manifestó el jefe de la delegación de Gobierno, que como cualquier proceso, esto tiene sus márgenes de incertidumbre: “Se trata de regular todos los criterios y normas de funcionamiento, ser muy estrictos en eso. Ya hay experiencia suficiente, este ejercicio en Colombia tiene antecedentes, pero es complicado”.